
Escuela de Agricultura Ecológica U Yits Ka'an realizará este
sábado su intercambio de semillas en Maní
La Escuela de Agricultura Ecológica U Yits Ka'an realizará este sábado su
intercambio de semillas en Maní, con lo que se promueve la defensa y el
mantenimiento de las semillas criollas en las manos de los campesinos de
Yucatán, ya que eso permite el rescate de los saberes tradicionales, expresó el
padre Atilano Ceballos, en entrevista.
El padre Tilo indicó que en la escuela se le da prioridad al uso de semillas
autóctonas y nativas, así como los animales endémicos, para que la gente pueda
recuperar el valor del alimento natural.
“Eso tiene una carga de sabor y de saber, recuperar el valor de la gastronomía
y platillos que nacen desde la milpa, los patios de las casas y la producción
natural”, señaló.
Desde la escuela “nuestro aporte fundamental es el rescate de los saberes, las
formas tradicionales de cómo la gente manejaba la tierra y monte, los bienes en
el campo, de las abejas”.
Partimos del rescate de la sabiduría, no vamos a inventar el hilo negro, pues
nuestros antepasados tenían formas saludables y éticas para vivir, indicó.
Afirmó que la tierra es un espacio “muy contaminado, muy explotado, sobre todo
en lo referente a la siembra y los productos agrícolas”.
“Son programas oficiales los que propiciaron esto, desde la revolución verde
incentivan agroquímicos, aunque en algunos casos ya están prohibidos, pero en
México se consiguen fácilmente. En campañas políticas es fácil descubrir en las
comunidades, en los pueblos hay gente con sus mochilas fumigando”, manifestó el
padre Tilo.
El problema del campo es el mismo del mundo, el día de hoy la tierra, la
erosión, el desgaste, la contaminación, son temas recurrentes. En el siglo XIX,
la entidad era más fértil y diversa en los productos, pero esa abundancia va en
picada, aseguró.
En el intercambio de semillas se aprende de otros grupos, son parte de una
nueva economía en la que se administran los bienes de la comunidad, apuntó.
Uno de los objetivos de la escuela es volver la mirada a los desafíos de
presentar como alternativa la recuperación de las comidas más naturales,
saludables y nutritivas, dijo el padre Tilo.
Afirmó que se promueve también el espíritu de lucha y rebeldía de mucha gente
que se da cuenta de que sus territorios son arrasados por la presión de las
inmobiliarias, las políticas públicas y el emprendimiento sobre los
territorios.
El propósito es la revalorización del sujeto, que es la gente del campo, el
campesino que vive de él, señaló. Él ofrece una visión del mundo más apegada a
una realidad que no se trata de acumular bienes, sino de vivir de una manera
modesta, reconoció.
Un caso es el de Consolación, en Tixcacalcupul, que con un patio de seis
enormes lajas de pierda, antes de conocer la agricultura ecológicas las piedras
eran estorbo, pero ahora en una “economía de la diversidad” tiene 40 especies
de plantas sobre ese suelo y aprovecha las ranuras entre las rocas,
ejemplificó.
“Se percibe grandeza y dignidad, otra visión diferente a la del mercado y la
del dinero, de sentirse contenta y alegre. Que la gente se empodere de los conocimientos,
los haga suyos y enfrente las dificultades que el sistema coloca”, añadió.
También tiene una dimensión espiritual, religarnos con la tierra como un sujeto
que merece respeto, dijo, “si la tierra está enferma, sus hijos vamos a
estarlo”.